Descripción: Etimológicamente el término “Cólico” significa "dolor de colon". En nuestros días
el significado de este vocablo se ha extendido y ahora se considera
cólico a cualquier dolor localizado en la cavidad abdominal. En definitiva,
se trata de dolencias del aparato digestivo caracterizadas por
dolor, y que se acompañan de alteraciones funcionales e incluso en
la topografía de las vísceras de la cavidad abdominal.
Todos los que estamos relacionados con el mundo de los caballos hemos
oído hablar en alguna ocasión de los temidos cólicos, que actualmente
representan entre el 15 y el 20% de los actos clínicos que desarrolla
el veterinario dedicado a la medicina equina.
El cólico es sin duda la principal causa de muerte en caballos. Conocer
esta enfermedad, sus síntomas y tratamientos, es por tanto de vital
importancia para cualquier cuidador.
POR QUÉ LOS CÓLICOS PERJUDICAN AL CABALLO
El caballo es, sin dudas, el animal que más sufre las consecuencias
de los cólicos; la causa está íntimamente relacionada con múltiples
y variadas cuestiones que tienen que ver con las características físicas
y de comportamiento del animal.
Una de las más importantes es la que viene determinada por las propias
condiciones anatómicas de los caballos: ellos poseen un intestino
con una longitud aproximada de 30 a 35 metros y con una marcada variación
en su tamaño. A esto debe sumarse un estómago de tamaño reducido,
caracterizado por un rápido tránsito gástrico, lo que provoca que
durante el día deba vaciar varias veces su contenido, enviando al
intestino alimentos con insuficiente grado de digestión.
Otro de los motivos fundamentales son los errores en la nutrición;
fundamentalmente relacionados con la calidad y cantidad de la ingesta
suministrada.
Pero además debemos tener en cuenta el trabajo que a diario realiza
el animal, el excesivo ejercicio, los enfriamientos, la administración
de bebidas frías... son todos factores de riesgo que ponen al caballo
en las condiciones perfectas para ser “atacado” por un cólico.
CAUSAS DETERMINANTES DE LA ENFERMEDAD
El cólico puede ser definido como el dolor percibido por el animal
que padece un cuadro de abdomen agudo con localización en el aparato
gastrointestinal o en los órganos genitourinarios. Sabemos que los
animales perciben el dolor, porque el mismo genera un conjunto de
anomalías perjudiciales para todo el organismo.
Las principales causas de cólicos en equinos podemos encontrarlas
en la propia alimentación y en los parásitos del aparato digestivo.
- Motivos alimenticios:
- Una dieta escasa.
- Una dieta excesiva.
- Dieta compuesta por alimentos muy ricos en energía o muy ricos
en proteína
- Dieta con una cantidad excesiva de fibra bruta poco digestible.
- Aguas duras, el agua en cantidad insuficiente o cuando ésta
se administra - excesivamente fría o contaminada.
- Parásitos del aparato digestivo: es la causa más frecuente
de cólico en los caballos: - hasta un 30% en animales estabulados
y el 90% en animales en libertad.
- La desparasitación rutinaria disminuye la presentación de cólicos
de forma considerable.
SÍNTOMAS DE LA ENFERMEDAD
Si un caballo sufre un cólico, dará signos evidentes de ello. Conviene
estar atentos, cuanto antes interceptemos la enfermedad, mayor posibilidad
tendremos de sanar al animal.
En primer lugar es importante la observación del estado general y
del comportamiento del equino durante algunos minutos. Un caballo
con un cuadro de cólicos dará claros síntomas de inquietud: se dirige
de un lado a otro del box o piquete, escarba o rasca el suelo, efectúa
cambios frecuentes de posición (se acuesta y se levanta), expresa
su dolor con miradas angustiosas orientadas hacia los flancos, tiende
a echarse con cautela o de manera brusca y suele revolcarse.
En caso de que sospechemos de que existe la enfermedad, deberemos
observar otra serie de signos importantes:
- El tamaño del abdomen (aumento de uno o ambos lados), las heridas
y los traumatismos que se producen por el intenso dolor.
- La presencia de comida en el comedero.
- Ausencia de orina en la cama.
- Posibles dificultades para orinar.
- Modificaciones en la materia fecal.
- Sudoración intensa, con importante pérdida de agua y los electrolitos
(que si no se reponen conducen a un estado de shock).
CONDUCTA A SEGUIR
En caso de que observemos alguno de los síntomas antes expuestos,
conviene que nos pongamos en contacto con el veterinario de inmediato.
La rápida intervención del profesional se hace imprescindible, ya
que es el único capaz de determinar el diagnóstico real y el tratamiento
adecuado; a lo que procederá tras un exhaustivo análisis del animal.
Además y lo que no es menos importante, calmará el dolor y tratará
de restablecer el normal funcionamiento digestivo.
Pero además, existen una serie de Medidas preventivas que
podemos llevar a cabo:
- Prohibirle comer o beber.
- Evitar que se revuelque y prepararle una abundante cama si
vemos que no puede dejar de hacerlo.
El tratamiento, que siempre deberá ser determinado por el veterinario,
dependerá de la causa que lo origine, pero en reglas generales se
calma el dolor para evitar autolesiones y se administran antiespasmódicos.
En los casos graves puede ser necesaria la intervención quirúrgica
para salvar la vida del animal.
LA MEJOR CURA, LA PREVENCIÓN
Como con cualquier enfermedad, prevenir la aparición del cólico es
siempre la mejor opción. Para ello es necesario disminuir las causas
que predisponen a desencadenar un cuadro de este tipo.
Procuraremos corregir las alteraciones de los dientes, deberán efectuarse
tratamientos contra los parásitos gastrointestinales y se proscribirán
las bebidas frías.
Deberá controlarse estrictamente el racionamiento, es decir, la calidad
y la cantidad de los alimentos suministrados. Conviene recordar que
los equinos son sumamente sensibles a cualquier alteraciones en su
alimentación, que puede ser una de las principales causas de enfermedad.
Si el caballo se encontrase estabulado, será conveniente distribuir
el alimento en varias tomas al día.
Debemos recordar que los caballos, por sus características anatómicas,
no pueden vomitar, por lo tanto, se puede producir una dilatación
gástrica, con el riesgo de ruptura del órgano y posterior muerte.
Si el cólico es detectado a tiempo, el animal sanará casi con total
seguridad. Que su estado sea el adecuado tras la enfermedad dependerá
de diferentes puntos, como la propia causa que provocó el cólico,
la rapidez con que se reconocen los primeros síntomas, la realización
inmediata de un adecuado tratamiento, la respuesta al tratamiento
efectuado, la presencia de complicaciones generales (deshidratación,
shock, etcétera), el restablecimiento de la fisiología gastrointestinal
normal...
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