PROBLEMAS CON LAS EMBOCADURAS

Como ya hemos comentado, la embocadura es un elemento muy personal para cada caballo. Por ello seleccionar la correcta en cada caso puede ser sumamente difícil.
Equivocarnos en esta elección supone, en ocasiones, la aparición de algunos problemas en la boca de nuestro animal o incluso que éste rehuse el bocado; problemas que conviene conocer, para saber cómo detectarlos y cómo actuar frente a ellos:

  • Cortes o llagas en las comisuras de los labios: deberemos vigilar que el tamaño del hierro sea el adecuado, ni muy grande ni muy pequeño. El roce podrá evitarse colocando unas gomas al filete.
  • En caso de que el caballo sacuda la cabeza al ser montado, convendrá que analicemos el correcto ajuste de la cabezada.
  • Si el caballo evade la acción del filete al abrir la boca y mantener la mandíbula rígida, convendrá utilizar una muserola alemana que no deberá ajustarse demasiado baja. Existen caballos que no se acostumbran a utilizar la embocadura, para esos casos se recomienda el uso de la cabezada sin embocadura, conocida como Hackamore. Ésta actúa sobre las fosas nasales del caballo, mediante un sistema de palanca como en el bocado, haciendo presión tanto sobre la nuca como sobre la zona sensible por encima de los ollares del caballo.
    Esta solución únicamente es válida para jinetes expertos, puesto que mal utilizado puede resultar doloroso para el animal.